La formación me ha permitido, como trabajadora social, revisar mi forma de estar con las personas; ampliar mis contextos de trabajo e interiorizar nuevas técnicas de intervención. Se trata de una formación muy completa e integral, que aúna la parte teórica con la práctica y experiencial.
Destacaría las posibilidades que ofrece de profundizar en las formas de interrelación, en la colaboración y en el cambio como herramienta terapéutica.