Las adversidades sufridas a lo largo de nuestra vida (maltrato físico o emocional, abusos sexuales, experiencias de pérdidas de personas significativas, exposición a violencia o carencias en los cuidados recibidos), especialmente en las etapas infantiles y juveniles,  están en muchos casos en el origen de las dificultades que experimentan las personas adultas. 

Problemas vinculados con la repetición de estilos relacionales dañinos o el uso mecanismos de afrontamiento disfuncionales (dificultades en la regulación de las emociones, estilos de afrontamiento de problemas de la vida diaria ineficaces, conductas de riesgo –adicciones o consumo de sustancias, autolesiones,..-, etc.), diversas manifestaciones de malestar psicológico (tristeza, ansiedad, angustia, trastornos del pensamiento, disociación, etc.) y otros efectos traumáticos pueden interferir gravemente/seriamente con una vida satisfactoria.

Nuestro deseo es ayudarte a identificar aquellas estrategias que fueron útiles para afrontar el sufrimiento en otros momentos del ciclo vital pero que repercuten en problemas emocionales, relacionales y de funcionamiento en la vida adulta. También a adquirir nuevos procedimientos y estrategias para manejar sus efectos logrando aprendizajes más útiles y que permitan reparar el impacto de esas adversidades.

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